martes, 8 de enero de 2008

Entrevista a Tomás Ross "Cristobal"


ALGO MAS QUE UN RUBIECITO TOMAS TIENE 8 AÑOS. HIZO PUBLICIDAD ANTES DE SER DESCUBIERTO POR CRIS MORENA. CON NICO VAZQUEZ YA HABIA ACTUADO EN 'ALMA PIRATA'.


Estirpe canchera, ojazos celestes... bastarían esos atributos para predecir que Tomás Ross es el potencial galán de 2020. Una suerte de Facundo Arana diminuto: "La idea fue mía, ¿sabés? Yo les dije a mis papás que quería estar en la tele. Quería trabajar con Francella. La primera vez que lo vi fue en Casados con hijos. Me hizo reír tanto que les dije, Yo quiero ser como Guillermo", suelta osado. La vocecita y la altura lo delatan. Tiene ocho años, pero convicciones de un adulto. Las mismas que a la hora de plantarse en la pantalla llevaron a Cris Morena a alistarlo en el team infanto-juvenil de Casi ángeles (Telefé). Tomás es algo más que el típico rubiecito de las propagandas. Aunque no estudió actuación, se lo puede ver cada tarde bien plantado como Cristóbal Bauer, el hijo de Nicolás Vázquez en la ficción. Un niño que sufre por la separación de sus padres y, justamente, sobresale en la solidez de sus escenas de ataques de asma. Nacido en San Isidro antes de la debacle del corralito (1º de marzo de 1999), dio sus primeros pasos, como era de esperar, en la publicidad. Con su carita "vendió" galletitas para Canadá, calditos para Alemania y otros cuantos productos para Italia y Uruguay. "En un casting tuve que hacer de forzudo y unas cuantas cosas más, pero no viajé a todos esos países. Yo quiero ir a Miami y a Mar del Plata", comenta inocente en su comparación el segundo hijo de un constructor y una consultora psicológica que viven en Don Torcuato con Santiago, su hermano de 11 años. Su primer trabajo televisivo fue en Alma pirata, otro "hijo" de Cris Morena. Allí le tocó interpretar a Nico Vázquez de niño, con quien se volvería a cruzar en Casi ángeles. Cuenta su papá a modo de anécdota que en el colegio Tomás detestaba actuar. "Un día no quise ni ir porque me daba vergüenza estar frente a la gente. Después cambié", aclara Ross, hincha de San Lorenzo y "un poco vago a la hora de es tudiar las tablas". Estrella de su colegio, Tomy tuvo hasta hace un mes una agenda cargada para su edad. Salía de la escuela (cursa tercer grado), llegaba a las grabaciones y a todo se le sumaba el teatro Gran Rex, donde entre saltos y morisquetas era el preferido de las chiquititas. "En mi colegio algunos están celosos, pero no les doy importancia. Antes firmaba muchos autógrafos, ahora no tanto. Y tenía varias novias, pero me cortaron. Una me llevaba dos años. Creo que me decía que me quería por lástima", gesticula y no deja de ser el centro de una plaza palermitana, a donde se acercan veloces unas quinceañeras que le toman fotos. Invitado meses atrás por Susana Giménez a su programa ("cumplí un sueño, ahora me gustaría conocer a Francella y decirle que le pongo un infinito en actuación", comenta gracioso), Ross no tendrá aún un gran curriculum, pero da la pauta de que con su desparpajo se las trae. Dialogar es lo que menos le cuesta y no hay rato en el que no regale puntos de vista interesantes al estilo de Agrandadytos. "Además de Susana, soy seguidor de Intrusos y Bailando por un sueño. A Rial, por ejemplo, lo conocí en el teatro. Me gusta que adoptó a dos nenas", dice. "Del uno al diez, me pongo en actuación un cuatro, me falta mucho", dice modesto y no para de hablarle directo al grabador. "Nico (Vázquez) me dice que soy un mini Benja, parecido a Benjamín Rojas cuando era chico. Yo lo único que sé es que si no fuera actor, me gustaría serlo. No hay otra cosa para mí. O bueno, me conformo con ser por un ratito mi ídolo: la 'Gata' Fernández".

1 comentario:

Anónimo dijo...

como conocio a cris morena?
me gustaria tener el email de cris
chau
mi email es
aylen-mariavictoria@hotmail.com